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Mostrando entradas de febrero, 2021

Martirio del Beato Saturnino

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El beato Saturnino Ortega Montealegre nació en Brihuega (Guadalajara) en 1866. Realizó los estudios eclesiásticos en Toledo y fue ordenado sacerdote en 1892. Ejerció el ministerio en varias parroquias; en 1912 recibió el nombramiento de párroco de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina (Toledo) y arcipreste de la ciudad. Apenas iniciada la persecución religiosa, el 19 de julio de 1936 fue arrestado y encerrado en prisión. El 6 de agosto de 1936 fue sacado de la cárcel, siendo objeto de toda clase de vejaciones y escarnios por parte de la turbamulta. Llevado al pueblo de Calera para ser fusilado, y quedando el último, confesó a sus compañeros de martirio y les dio la absolución. Fue beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007, dentro del grupo de 498 mártires españoles. Arrancamos nuestro camino en Gamonal buscando la Calle Caleruela. Cogemos el camino rural que nos llevaría a la Casa de Postas. En época de lluvia debemos coger el camino de la izquierda que nos lleva hacia la CM-...

Sendero del Lazarillo en Almorox

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Almorox, municipio español de la provincia de Toledo, es una de las localidades reales citadas en la novela picaresca La vida de El Lazarillo de Tormes. La referencia a Almorox en El Lazarillo se encuentra en el tratado o capítulo primero. Se trata de la escena de las uvas y el ciego, una de las más famosas de la obra. Lázaro y su amo llegan a Almorox en la época de vendimia y reciben un racimo de uvas. Los dos compiten y hacen trampas por ver quién come más uvas. "Acaeció que llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna, y como suelen ir los cestos maltratados y también porque la uva en aquel tiempo esta muy madura, desgranábasele el racimo en la mano; para echarlo en el fardel tornábase mosto, y lo que a él se llegaba. Acordó de hacer un banquete, ansí por no lo poder llevar como por contentarme, que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentamonos en un valladar y dijo: —Agora quiero yo us...