Castillo de Dos Hermanas desde Navahermosa.
PRINCIPALES ATRACTIVOS
Castillo templario elevado sobre una de las dos rocas que dan nombre al antiguo pueblo crecidos a su amparo, el de las peñas hermanas. En sus ruinas divisaremos una magnífica panorámica de los Montes de Toledo, y su mar de olivos.
HISTORIA Y DESCRIPCIÓN
Su planta irregular se adapta al risco en que se asienta. Su único acceso, a través de su puerta de arco apuntado, nos permite contemplar una reducida plaza de armas, protegida por una barrera o antemuro. Conserva tres fachadas, y los huecos donde se insertaban las maderas que sostenían el adarve.
Se considera su origen como baluarte árabe, cedido por el rey Alfonso VIII al caballero Alfonso Téllez, que a su vez lo vendió al arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada, y éste a la ciudad. Alejado el peligro de la frontera, y como era habitual en las poblaciones erigidas en altos en torno a fortalezas, sus habitantes se trasladaron a las tierras bajas de Navahermosa.
ACCESO AL CASTILLO
De acceso libre, puede llegarse casi hasta el mismo en coche, por una pista, y después un pequeño paseo.
CURIOSIDADES
Dice la leyenda que la noche de San Juan puede verse a las dos hermanas moras encantadas, que habitan el castillo, y que bajan entonces a lavarse al arroyo Merlín.
Partimos desde Navahermosa buscando el Carril del Castillo. Se trata de una pista de tierra que no tiene pérdida hasta las faldas del Castillo que sólo se vuelve algo más abrupta en sus últimos tramos por la presencia de más piedras



















